El significado


En el reverso de la medalla se presenta a Hércules abriendo con sus manos una quebradura en el Torcal, para que así la laguna se desaguara y poder fundar la ciudad de Antequera. Al fondo la Peña de los Enamorados y el sol. Una vez terminado este trabajo, Hércules construyó su tumba (anverso): el Dolmen de Menga, representado con su túmulo y sobre él la luna.

“En su búsqueda de esa relación con el mundo clásico –símbolo del poder urbano- los cronistas del Quinientos descubrieron una conexión todavía más profunda: aquella que la dotaba de referencias mitológicas, convirtiendo al Dolmen de Menga, que por primera vez se vincula entonces a la historia de la propia Antequera, en la prueba material de uno de los trabajos que Hércules llevara a cabo en la esquina más occidental del mundo mediterráneo, aquel que narraba el robo de los bueyes de Gerión, que daría lugar al nacimiento del Tajo de los Gaitanes y la profunda Garganta del Chorro. Sucedió cuando, como escribía el cronista de Carlos V, Florián de Ocampo “(…) encontró una gran extensión de agua, a que unos montes situados al sur servían de dique, por los que después de recorrerlos los rompió, abriendo una quebradura, por la que las aguas se precipitaron en dirección al mar, y una vez que hubieron descendido bajó Hercules de la montaña, y para dejar memoria del portentoso hecho que acababa de realizar, clavó en el suelo veinticinco grandes lajas de piedra, en cuyo centro clavó tres, a modo de pilares, y cubrió el recinto con cinco enormes losas… Al marcharse Hércules para continuar persiguiendo a los hijos de Gerión, dejó aquí pobladores, quedando así fundada Antikaria”.

Parejo Barranco, Antonio. De Menga al Siglo XXI: puntos de encuentro para una lectura interdisciplinar. En: Dólmenes de Antequera: tutela y valorización hoy. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Sevilla, 2009.